El diseño gráfico es en sí mismo, la actividad que permite el surgimiento de todos los elementos que forman parte de en la decoración, ya sea los objetos funcionales – decorativos, o los industriales – funcionales. Los diseñadores conciben sus creaciones y se hacen realidad, no hay nada que no sea concebido por el diseño gráfico, aun cuando no seas un profesional.
Una forma de usar el proceso creativo del diseño gráfico es el uso de los bosquejos y dibujos previos, como parte de la decoración. El trabajo de búsqueda del diseño definitivo se realiza en papel, o cartulina que podemos enmarcar, o colgar en las paredes de nuestras casas. El resultado es muy buen gusto, con una sofisticación no ostentosa admirable.
Otro elemento que es obra de los diseñadores es la publicidad gráfica, la cual algunas veces tiene el valor de una verdadera obra de arte, concebidas en formas de carteles, o poster en formatos que pueden ser ubicados como cuadros en las paredes. Esta forma de publicidad gráfica enmarcada también se puede colocar recostada, no necesariamente colgada en la pared, esta es una idea muy contemporánea.
Recomiendo el uso del diseño gráfico colocado directamente sobre las paredes o techos de nuestras habitaciones. Por ejemplo el dibujo directo de formas geométricas tradicionales o abstractas en la pared de la sala, o de la cocina o el comedor. Dibujadas de forma aislada y en volúmenes grande, y en colores altamente contratantes como formas geométricas en color negro y superficies verticales blancas, obteniéndose un resultado significativo, que maximiza el área donde ha sido aplicada, y le brinda alto grado de importancia.
Así mismo podemos usar estas formas geométricas combinadas y tridimensionales como objetos decorativos raros, u originales, a los cuales podemos ubicarlos indistintamente sobre muebles, o sobre el piso si el tamaño de estos los permiten, o colgados al techo, como si se tratara de una galería de exposición de obras gráficas de una, dos o tres piezas. Una vez más el contrates de colores es importante, en cuanto a la relación entre el objeto y la superficie en la que este se instale.