Lo primero que debemos hacer es una evaluación crítica de lo que tenemos y de lo que queremos cambiar con la llegada del otoño, todo estará en dependencia de lo que te propusiste en el verano.
Una vez hecho esto, entonces te comenzamos a dar pequeños consejos como por ejemplo: todo lo que cambies sea de pintura, muebles, adornos, etc deben tener los colores que se ponen de moda en el otoño que son los naranjas, rojos oscuros y amarillos.
Evalúa tus muebles tanto de la sala como del comedor y las habitaciones y si te decides al menos cambia el barniz si son de madera y cambia las telas de que están forrados sin apenas invertir.
Los textiles y tapizados deben llevar estos mismos colores que acabamos de sugerirles, coloca almohadones, alfombras, mantas muy propias de esta temporada, no dejes nada que tenga colores vivos, guárdalos hasta el próximo verano.
Si tenemos que pintar las paredes piensa bien y escoge de estos tonos cómo y cuales les daras a cada una de tus paredes, no pintes en el mismo tono toda la sala, pues ello lleva a una monotonía en el ambiente. Los colores pasteles no pueden faltar, sobre todo beige, crema y algún tono de verde claro.
En cuanto a la iluminación, recuerda que ya en este tiempo el día es más corto por lo que debes aprovechar al máximo la luz del día, coloca cortinas que puedas correr para que penetre mejor la luz, los jarrones con naturaleza muerta, donde hojas y flores marchitas prevalezcan en el adorno se verán de maravilla.
En la cocina unas calabazas y manzanas no deben faltar, incluso permítete comerlas y cuida de remplazarlas al día siguiente, así parecerá que son artificiales.
Ahora bien en cualquier variante que utilices cuida siempre de mantener tu área de plantas en óptimas condiciones, ellas te lo agradecerán asi como los amigos que visiten tu casa.