Son excepcionales los artículos que podamos encontrar en revistas de decoración de interiores, que dediquen espacios al techo de forma especial.
El techo es esa superficie que cubre el interior de todas las construcciones y viviendas, y que en los últimos setenta años tienden a ser generalmente horizontal, sobre las columnas y paredes verticales.
Las formas y estilos de los techos dependen irremediablemente del diseño arquitectónico de la construcción. Durante siglos el techo interior o cielo, formaba parte significativa en el diseño y la decoración interior. Recordemos catedrales, mansiones, edificios, teatros, museos, palacios, donde se destaca en cuanto a volumen, formas, decoraciones, colores, texturas y materiales una riqueza muchas veces más valiosa, más artística que el resto dela construcción.
Como habíamos señalado anteriormente, la mayoría de los techos de nuestros hogares son lisos y completamente horizontales, repitiéndose de igual forma por todo el interior de nuestras casas. La homogeneidad de nuestros techos los hace incluso monótonos, teniendo un papel totalmente secundario, en cuanto a la decoración, comparado con las paredes, y pisos.
Por regla general solo se cuelgan de los techos las lámparas que iluminan, artificialmente las diferentes habitaciones y espacios interiores, por tanto podemos concluir que el principal punto de atracción decorativo de los techos consiste en las lámparas y el diseño decorativo de estas, que no es más que el diseño de iluminación interior.
Por eso una de las formas más efectivas de decorar los techos es con el diseño de iluminación. La selección de las lámparas protagonizará la decoración de los techos, así que debemos comprarlas y colocarlas fundamentalmente por su capacidad de iluminación, y por su valor estético. Una opción que siempre resulta importante es colocar formas de iluminación direccionales e intimistas en los techos.
El color es muy importante, podemos colocarles tonos que se alejen de los blancos y claros, y colocar texturas y apliques que intensifiquen el valor estético de los techos.