Con el cambio de temporada buscamos imprimirle a nuestro salón un aire más cálido y acogedor, ya es tiempo de pasar las tardes-noches en casa y dejar que el calor de las noches hogareño vuelva a reinar, después de unos meses de intenso verano y de muchas salidas.
Hoy les daremos algunas soluciones de tejidos que pueden utilizar para cambiar cojines, cortinas o cualquier otro elemento de textil que tengas en casa.
El Jacquard es una composición de tejidos de lana, muy bueno si queremos tapizar los muebles de nuevo, este es liso y suave pero a la vez resistente. Tiene la posibilidad de una gran variedad de dibujos y colores, incluso puede utilizarse hasta reversible. Solamente permite un lavado en seco.
El damasco es una tela muy popularizada desde la década de los 50 del pasado siglo, consiste generalmente en el dibujo como base mate con mezclas de colores que dan brillo, tiene tejidos fuertes y otros ligeros, puede realizarse en raso para obtener más brillo, su manera tradicional lleva seda de Damasco, pero en estos días se realiza con algodón, lino, lana generalmente.
El chintz se forma con el algodón satinado al cual se le añade más brillo por la resina que se utiliza en una de sus caras. Es una tela resistente y de larga duración, muy fácil de limpiar.
La chenilla es igualmente un tejido de décadas pasadas, es muy elegante, aterciopelada se confecciona en algodón, lana o lino, hoy día se le añade algún tejido sintético para aumentar su durabilidad.
La tela de Jouy es una de las más conocidas en el mundo, debe su nombre a esta zona de Francia, tiene fondo blanco con estampados en negros y normalmente trae escenas campesinas, es muy clásica y puede verse bien mezclado con un mobiliario vanguardista.
El shantung se produce desde la seda salvaje pero que tiene textura irregular, áspera y rugosa, pero a la vez es suave, duradero y resistente, puede mezclarse con fibras sintéticas.